Cuando nos da la fiebre de la renovación, no hay quien la pare. Por lo menos a mí así me pasa. Empiezo por intercambiar unos cuadros de sitio y acabo cambiando el escritorio entero. Que si este cojín va mejor aquí, que si este rincón necesita un espejo… Creo que a los que nos gusta la decoración esta necesidad de cambio nos ataca de v...
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